jueves, 29 de diciembre de 2016

EN TORNO A 'CUERPOS EN ESCENA'

Retrato de Martín de Mauro.

Martín de Mauro: "Intento plantear preguntas acerca de cómo el lenguaje llega a interferir en los afectos y la sexualidad, la corporalidad y lo que consideramos más o menos deseable"

 

 

Por Eduardo Nabal

Nacido en la Córdoba argentina en 1984, Martín de Mauro, licenciado en Filosofía, se incorporó ya de adulto al grupo de investigación y activismo que más tarde formará parte del Frente Nacional de la Ley de Identidad de Género de su país, pionera en todo el mundo. En el Estado español nos dejó su obra Cuerpos en escena. Materialidad y cuerpo sexuado en Judith Butler y Paul B. Preciado, de la que por fin hemos podido hablar con él. 

EDUARDO NABAL.- Judith Butler y Paul B. Preciado. Dos nombres claves en el pensamiento y también en el activismo ‘queer’. Tú las reúnes y las contrapones. Pero ambas y ambos han cambiado mucho desde que empezaron hasta hoy.
MARTÍN DE MAURO.- No creo que exista unidad en la obra de ambas autoras sino distintos acentos en sus respectivos recorridos. Parto de la crítica de Preciado a Butler y de la disputa más amplia dentro de los feminismos de los contextos locales- por ejemplo los feminismos latinoamericanos- en torno a debates inacabados y la producción de conocimientos en tránsito. En este sentido, Cuerpos en escena se escribió desde la interpretación de autores locales (como Mauro Cabral, Emma Teumer y un largo etcétera) de la obra y el alcance teórico y el marco activista de ambas autoras.
E.N.- Ambas se prestan a lecturas más o menos superficiales de su obra, a múltiples matices y relecturas posibles. ¿Tú has intentado llegar más allá y/o buscar puntos de unión que enriquecieran por si mismos su pensamiento filosófico-corporal?
M.D.M.-  He intentado hacer una tensión productiva efectivamente, desde el lenguaje de ambos autores. Uno de los puntos clave podría ser la falsa dicotomía entre el lenguaje y el cuerpo. Algo así como si bajo el post-estructuralismo es posible una materialidad del cuerpo más allá de los enunciados lingüísticos performativos (actos de habla)  o no.  No busco dar respuestas concluyentes sino, más bien, plantear preguntas acerca de cómo el lenguaje llega a interferir en los afectos y la sexualidad, la corporalidad y lo que consideramos más o menos deseable, entre otras cosas.  Aquí entran debates como el capacitismo y la transexualidad, en tanto que eje central en este cruce de caminos entre realidad y signo.
E.N.- El cuerpo, el género, el sexo asignado huyen de discursos religiosos, médicos, jurídicos…, Pero, ¿no es el discurso de la filosofía y la academia otro lenguaje patriarcal, o se puede subvertir?
M.D.M.- Sin lugar a dudas la filosofía está basada en un discurso heteropatriarcal, capacitista y occidentalista que la precede, pero también existe, como señalan Butler o Preciado, y mucho antes de lo que pensamos, una suerte de ‘mujer barbuda’ que se ha movido en los márgenes del canon filosófico, subvirtiéndolo y desbaratándolo. En Cuerpos en escena, por ello, transcurren una serie de biografías y autobiografías transexuales y transgéneros, haciéndose eco de esas limitaciones de la teoría fármaco-pornográfica o prostética de incorporar a todos los sujetos subalternos. Todos estos debates colectivos han dado pie a este libro que creo va más allá de la academia en aras de recoger una serie de debates presentes ahora, por ejemplo, en Argentina sin olvidar que la teoría queer, en el ámbito académico, siempre puede volverse, en cierto sentido,  jerárquica y no recoger la voz y las experiencias de los que realmente pueblan los márgenes de la disidencia socio-sexual.
 

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