viernes, 31 de marzo de 2017

FRENTE AL AUTOBÚS DE LA TRANSFOBIA

El Pleno del Ayuntamiento de Cádiz reprueba la campaña de 'Hazte Oir' e insta a la Junta a aplicar su normativa antidiscriminatoria

 

La manifestación por los derechos trans parte mañana sábado a las 12 h. de la Subdelegación del Gobierno para terminar con la actuación del coro carnavalesco 'Las Reinas de la Noche' en la Plaza de San Juan de Dios

miércoles, 29 de marzo de 2017

RAQUEL RUIZ, DE CHRYSALLIS, ANTE LA MANIFESTACIÓN DEL SÁBADO 1 EN CÁDIZ POR LOS DERECHOS TRANS






"La mejor manera de luchar contra la transfobia es la educación en la diversidad"

 

 

Por Eduardo Nabal


Raquel Ruiz Miranda es miembro de la junta directiva de Chrysallis, la asociación de familias de niños y niñas trans que puso en marcha la campaña de sensibilización que ha provocado la ira de los sectores más fundamentalistas de la sociedad y ha motivado el infausto periplo del autobús de la transfobia de Hazte Oir, que empieza a acercarse a Cádiz y contra el que hay convocada una manifestación en la ciudad el próximo sábado 1 de abril.

sábado, 25 de marzo de 2017

JUAN KEIM, INVESTIGADOR

"¿Cómo es posible que la 'doble moral' y la subestimación de lxs trabajadorxs sexuales retumbe hoy en algunas organizaciones de izquierda, feministas y hasta lgtb?

 

 





Por Eduardo Nabal
 

Juan Pablo Cuello es profesor en historia y militante del equipo de técnicos de la Asociación de Mujeres Meretrices (AMMAR) de la ciudad de Córdoba, en Argentina. Hace pocos días, en el marco de la celebración por el Día Internacional de las Trabajadoras Sexuales que se celebra cada 2 de junio, la asociación AMMAR Córdoba lanzó el libro Párate en mi esquina, el primero del país donde trabajadoras sexuales y académicos presentan en conjunto diferentes investigaciones en relación a la realidad del comercio sexual y las luchas por su reconocimiento como actividad laboral.

EDUARDO NABAL.- Hola Juan. Háblanos del libro en el que colaboras. De cómo ha sido posible y de tú intervención en él. Parece que en todas partes del mundo el tema del trabajo sexual sigue siendo objeto de encendidas polémicas, tanto dentro de la izquierda como dentro del movimiento feminista o de los feminismos.  Pero cada lugar  del mundo tendrá sus peculiaridades. Háblanos de Argentina.
JUAN KEIM.-  La idea del libro surgió de las propias mujeres que impulsan la asociación de trabajadoras sexuales AMMAR Córdoba, quienes convocaron a un grupo de activistas feministas, LGTB y académicos para escribir sobre diferentes aspectos de la situacion actual del trabajo sexual en Argentina y Latinoamérica. El dialogo contante y el esfuerzo por potenciar un intercambio entre los saberes de “la esquina” con los teóricos se expresa en todos los trabajos. Sin ir más lejos, mi artículo Marxismo y trabajo sexual surgió de una conversación con una trabajadora sexual que para mi sorpresa me citó a Marx, comparando el trabajo asalariado con la “prostitución”. A partir de ahí y observando que al interior de las diferentes organizaciones de izquierda existe un debate en el que la postura abolicionista o anti-trabajo sexual es hegemónica (como sucede dentro del feminismo), me decidí a investigar en qué contexto argumentativo autores clásicos del marxismo se refieren a esta particular relación social.
E.N.- Tú utilizas ensayos pioneros de Marx y Engels como El origen de la propiedad privada, la familia y el Estado para desmontar algunas ideas vigentes sobre cómo la explotación del cuerpo de las mujeres se fue extendiendo a muchas esferas de la vida laboral. Digamos que tu estrategia tiene algo de relectura de algunos clásicos y revisión de otros.
J.K.- En algunos casos encontramos referencias de tipo metafóricas o analogías que les permiten a los autores explicar otra cosa. Pero también encontramos argumentaciones, como el texto de Engels, que se abocan a dar un marco explicativo sobre el origen de la monogamia, la desigualdad de las mujeres respecto a los hombres y la “prostitución”. Estos autores, con todas sus limitaciones, muchas de las cuales es fácil ver desde nuestra postura privilegiada contemporánea, tenían por objetivo práctico una trasformación revolucionaria del conjunto de la sociedad. Es decir, la abolición de la sociedad de clases, del trabajo asalariado. Es decir que la impugnación que reconozco hacen al comercio sexual no es simplista o aislada de un marco general de explotación/opresión que debe ser superado. En Engels y también en Marx la imbricación entre capitalismo y desigualdad sexual es compleja: no dejan de percibir, por ejemplo, que ya en su época muchas jóvenes proletarias complementaban sus magros ingresos con servicios sexuales pagados o la relativa independencia que tenia la “prostituta” respecto a la mujer-esposa en el sentido tradicional. La hermenéutica histórica que podemos hacer de sus textos, el rescate de referencias a la compra-venta de servicios sexuales que permanecían marginadas, nos ayudan a problematizar la idea de la “venta del cuerpo” (para Marx vendemos fuerza de trabajo, adherida a nuestro cuerpo)  así como otros debates actuales como el del “consentimiento” (en el capitalismo la mayoría somos libres, pero tanto porque podemos movernos dentro del mercado como porque estamos liberados de poseer los medios de producción)
E.N.- No obstante, la izquierda más que en el carácter de explotación se basa en postulados de “dignidad”, no exentos de raíces cristianas, y es ahí donde tanto la prostitución como la homofobia todavía no entran en sus discursos antipatriarcales. ¿Crees que las corrientes que tú analizas fueron claras a este respecto, o intentas rescatar las formas de organización heteropatriarcales y capitalistas como fundamento de las opresiones?
J.K.-  Una lectura con “nuestra propia cabeza” de Marx y de otros materialistas dialecticos nos permite también prevenirnos del moralismo. Este se diferencia de la ética en que se pretende universal y es profundamente policial por decirlo. Marx, en los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844, señala que una de las instituciones más similares al trabajo asalariado es la “prostitución”. Pero su ataque principal en relaciona esta última, no va ir dirigido a las personas que lo ejercen (las cuales en aquella época no tenían voz propia, algo que alcanzan recién a mediados del siglo XX) como hace hoy buena parte del abolicionismo socialista o feminista, sino contra la Doble Moral de esta sociedad capitalista que empobrece y cosifica a las mujeres, luego las condena a la clandestinidad y el oprobio. ¿Cómo es posible que esa “doble moral” y la subestimación de lxs trabajadores sexuales retumbe hoy en algunas organizaciones de izquierda y hasta LGTB?
E.N.- Como bien señalan algunos de estos autores y han reafirmado posteriores autoras feministas, la prostitución tal y como la conocemos hoy, dista de ser “el oficio más antiguo” del mundo. Sino que es, más bien,  fruto de la revolución industrial, el avance de la burguesía y el llamado “pánico moral” en las ciudades. ¿Crees que Marx, Engels o Benjamin profundizaron lo suficiente en el carácter periférico de toda sexualidad no normativa y en como la prostitución ponía en evidencia los discursos tradicionales sobre la sexualidad?
J.K.- Creo que es como han señalado otras feministas marxistas, Gayle Rubin o Hedi Hartman: el “marxismo ha sido ciego al sexo”, pero no de manera completa como podemos ver en las referencias que encontré sobre el comercio sexual y están analizadas en mi artículo. Su interés por entender los mecanismos de la explotación capitalista no han sido igualados con la búsqueda de explicación de las opresiones de género, sexuales, raciales, etc. Entonces se hace fundamental el poder pensar con “nuestra propia cabeza” problemáticas actuales como el movimiento reivindicativo y por el reconocimiento del trabajo sexual, la organización de sectores no hegemónicos de comunidades sexuales y la enorme fuerza de-constructiva de los feminismos.



  

'CONDONES QUÍMICOS' Y DESIGUALDAD SOCIAL

La promoción de la salud frente a la medicación pre-exposición

 

 Por Ángel Gasch Gallén




En los últimos años y en nuestro contexto de forma más reciente, se ha iniciado el debate sobre la inclusión y dispensación de la Profilaxis Pre-Exposición ante el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) en hombres gays y bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres. También en personas que se inyectan drogas y en parejas serodiscordantes. Aunque parece ser que esta pastilla azul se ve más necesaria en los HSH (hombres que tienen sexo con hombres) o quizás deberíamos decir, en los hombres gays con suficientes recursos económicos.
Se trata de un medicamento  que combina dos tipos de antiretrovirales emtricitabina (FTC, 200mg) y tenofovir disoproxil fumarato (TDF, 300 mg), que deben ser administrados de forma continua en un único comprimido, aunque en HSH se pude administrar de modo intermitente (2 comprimidos entre 2 y 24 horas previas a la exposición, 1 comprimido a las 24 horas de la primera toma y otro, 24 horas después). Algunos estudios han mostrado reducciones en la transmisión superiores al 85%. Además de estas recomendaciones en cuanto a su toma, los organismos institucionales competentes en la materia destacan que la adherencia es un factor clave en la efectividad de la PrEP y que cualquier programa de PrEP debe incluir medidas específicas destinadas a reforzar la adherencia a la medicación. Esta medicación fue aprobada por la Agencia de la Alimentación y el Medicamento de EE UU (FDA) en 2012 y por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en julio de 2016. La PrEP ha demostrado que disminuye la transmisión del VIH en grupos de riesgo elevado. Aunque no obstante, no está claro el impacto en la disminución de la incidencia a nivel poblacional. 
Si bien estos últimos son los posicionamientos de los organismos institucionales, desde las entidades sociales existe un amplio recorrido en el diseño y aplicación de intervenciones preventivas y lo que se está viendo es que son necesarios nuevos enfoques desde la promoción de salud, por ello es necesaria una reflexión sobre la incorporación de este fármaco como estrategia preventiva, partiendo y teniendo en cuenta las aportaciones de aquellas agrupaciones que llevan mucho tiempo dedicadas a estas tareas.
En la prevención de la transmisión del VIH y otras ITS, se ha demostrado la necesidad de actuar sobre factores estructurales, que colocan a las personas en situaciones de mayor vulnerabilidad, desplazando desde hace ya años el concepto estigmatizante de grupos de riesgo, que como vemos se retoma de alguna manera con las propuestas relacionadas con esta medicación. ¿Qué factores son estos? Por un lado hablamos de determinantes de tipo socio-económico, como la edad, el nivel de formación, los ingresos, la situación de convivencia, el acceso al sistema de salud y a los servicios preventivos… Diferentes estudios han demostrado la asociación entre estos y la realización de prácticas sexuales de riesgo: en el caso de HSH por ejemplo hablamos de chicos jóvenes que carecen de habilidades para vivir una sexualidad integral y satisfactoria, con dificultades de negociación en las prácticas sexuales, a lo que se suma además el consumo de sustancias (debido sobre todo a la carencia de estrategias educativas realistas, cercanas y que tengan en cuenta la diversidad).
También encontramos desigualdades al acceso a la prevención y a los servicios de salud en personas migrantes, a las que se añaden además dificultades económicas, personas que obtienen dinero del trabajo sexual, que en ocasiones se pueden colocar en la situación de tener que decidir entre cuidarse, “protegerse” o comer, o comprar, o viajar, o pagar la vivienda.  Se trata de desigualdades socio-económicas que si fueran eliminadas, al menos parte de las transmisiones se reducirían. En este sentido, para pensar en la valoración de la efectividad de una intervención preventiva de tipo farmacológico nos podemos preguntar: ¿acaso hay pastillas que eliminan desigualdades? Pero esta pastilla no va dirigida a las personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, básicamente porque no la van a poder pagar. 
Tampoco se piensa aquí en las reflexiones ya realizadas desde hace años sobre cómo las necesidades no consideradas estrictamente sexuales, pero relacionadas con la parte emocional, como la necesidad de afectos, de sentirse deseada/o, de conexión, intimidad, confianza… pueden determinar la toma de decisión, consciente en muchas ocasiones, de llevar a cabo prácticas sexuales de riesgo.

viernes, 24 de marzo de 2017

EL PERIODISMO FRENTE A LA CAMPAÑA TRANSFÓBICA DE 'HAZTE OIR'

La Asociación de la Prensa lamenta que La Voz de Cádiz "se preste a servir de herramienta de divulgación de mensajes que quebrantan los principios de respeto a la diversidad" pero alega que no se vulneraron los límites legales de la libertad de prensa

 

 cuerposperifericosenred


La Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) ha hecho este mediodía público un comunicado, a través de su página web y, de manera particular, a los colectivos Cuerpos Periféricos y Cádiz Diversa, en el que lamenta que La Voz de Cádiz, rotativo del Grupo Vocento, al que también pertenecen otros periódicos como Abc, "se preste a servir de herramienta de divulgación de mensajes que, claramente, quebrantan los principios de respeto a la diversidad".

El posicionamiento de la entidad profesional se produce como respuesta al requerimiento de los mencionados colectivos lgtbqi, que preguntaron a la APC sobre si consideraba que la decisión de La Voz de Cádiz de difundir material de contenido transfóbico, dirigido fundamentalmente contra los niños y niñas trans y sus derechos en los centros educativos, constituían una violación del Código Deontológico de la profesión periodística.

A este respecto, la APC alega que no estaríamos "puramente ante un caso de vulneración de los límites de la libertad de prensa, puesto que los contenidos referidos no eran parte de la información ni el análisis del periódico al que acompañaba", aunque matiza rápidamente que "sí creemos que los medios deben mostrar responsabilidad a la hora de elegir los materiales que proporcionan".

La APC disculpa también a los periodistas de La Voz aduciendo que "el material llegó a los lectores" sin que los trabajadores "tuvieran por qué conocer de antemano que el texto de Hazte Oir iba a ser repartido".



REPRODUCCIÓN DEL ESCRITO REMITIDO POR CUERPOS PERIFÉRICOS  Y CÁDIZ DIVERSA A LA ASOCIACIÓN DE LA PRENSA DE CÁDIZ

  

martes, 21 de marzo de 2017

OZON Y LA GUERRA

Frantz

 

Por Juan Argelina



Cuando se cumplen cien años de la ‘Gran Guerra’, tal y como la llamaban sus contemporáneos, cuando aún no se atisbaba la posibilidad de que hubiera otra mayor, como desgraciadamente ocurrió, parece que casi nadie comprende la necesidad de echar un vistazo a ese pasado para comprender el origen de nuestras convulsiones presentes. Fue doloroso ver cómo fue precisamente Sarajevo, la ciudad en la que se inició ese conflicto, la que nos recordó en 1994 que las llamas de aquella contienda aún no se habían apagado. En un mundo en el que la destrucción del pasado es uno de los fenómenos más característicos, en el que los vínculos con la experiencia de generaciones anteriores ha quedado roto, y en el que tratar de sucesos ocurridos hace no más de veinte años parece que es ya hablar de prehistoria, realizar una película sobre la Primera Guerra Mundial podría resultar bastante  extraño.

¿Qué podría aportarnos hoy entonces la adaptación de un texto de 1930, L'Homme que j'ai tué, del autor francés
Maurice Rostand, que ya había sido llevado al cine por Lubitsch dos años después? En aquella adaptación, a la que se añadió el título de Broken Lullaby ("mariposa rota"), y aquí conocida como Remordimiento, Lubitsch, ya instalado en Estados Unidos tras una prolongada carrera cinematográfica en Alemania, vio en la obra de Rostand la oportunidad para reparar las heridas causadas por los odios nacidos de esa guerra devastadora, sobre todo tras ver la deriva fascista que se cernía sobre su país natal como consecuencia directa de esos odios. En ella, un apesadumbrado Paul Rénard, veterano de guerra francés, obsesionado por la muerte del soldado alemán Walter Holderlin, inicia su especial penitencia yendo a solicitar el perdón de su familia, aún a sabiendas de que sólo encontrará enemistad y rechazo. Allí, incapaz de decir la verdad, halla el calor de unos padres heridos y una novia desconsolada, única en saber el objetivo real de su viaje, y que le convence para quedarse como el hijo perdido que ha regresado de las tinieblas. Esta trama, que me recuerda un poco a la de El Regreso de Martín Guerre (1982), de Daniel Vigne (aunque en este caso el impostor debe hacer valer su razón moral frente a la legalidad del marido que retorna de la guerra), deja que la mentira asuma la "solución" del compromiso pacifista que centra la obra, mientras que en la nueva versión de François Ozon esa misma mentira se impone al arrepentimiento del francés (Adrien, interpretado por Pierre Niney), que decide regresar a su país, dejando la carga de la responsabilidad de su terrible verdad a Anna, antigua prometida del soldado alemán, que, tras haber cobrado una nueva vitalidad por esta llegada inesperada, seducida por la "reencarnación" de su novio muerto en este joven francés en el que de pronto ha puesto renovadas esperanzas, se ve superada por la situación e intenta suicidarse sumergiéndose en el agua.

Si en Lubitsch el soldado francés se convierte en aquel a quien mató y es capaz de asumir su vida, siendo aceptado por su antigua prometida, conociendo la verdad, aquí ella, rodeada de un ambiente revanchista y agresivo, incapaz de destrozar la vida de esa familia convencida de que la muerte de su hijo ha sido redimida por el amor de quien creen que fue su amigo y ahora posible futuro hijo político, parte hacia París en su busca, recorriendo un paisaje repleto de ruinas. En este momento la película da un vuelco, y, alejándose de la obra original, se centra en el "otro lado", igualmente beligerante, igualmente nacionalista, terriblemente ciego a las consecuencias de la guerra. Y Anna se pierde en los laberintos de la mentira de un París creado por la mente de un hombre cuya realidad se confunde con su imaginación. Al final hallará una verdad incómoda y terrible, no ya tanto en ese hombre, sino en su entorno. Tomará conciencia del dolor que también sufre su familia, y también encontrará su hostilidad, al enfrentarse a la imposibilidad de integrarse en su cerrado ambiente. Tanto su madre como su novia, Fanny, la consideran un peligro. Ni siquiera sus distintos y opuestos orígenes sociales permiten el más mínimo acercamiento. Es más, Anna ve en Fanny su propio espejo, y, lejos de querer volver a crear otro desastre, inicia otra partida, esta vez hacia sí misma. El beso de despedida de Adrien y Anna es la metáfora de un fracaso. El laberinto se deshace y al final descubrimos a la mujer devuelta a la vida, frente a un cuadro contradictorio colgado en ese Louvre también imaginario, El Suicida, de Manet. El sentido de la pintura no es ya la muerte, sino el renacimiento. Todo ha sido un viaje iniciático hacia la libertad, hacia la ruptura con la mentira que la ha maniatado hasta ese instante. Frantz no solo es una obra antibelicista o pacifista. Es un referente liberador y feminista, que denuncia la mentira de las ataduras políticas, morales y sociales causantes de nuestra represión. Una historia que aún no ha acabado.

 

domingo, 19 de marzo de 2017

BOICOT A 'LA VOZ DE CÁDIZ'

Comunicado conjunto de Cádiz Diversa y Cuerpos Periféricos ante el apoyo del Grupo Vocento a la campaña transfóbica de 'Hazte Oir'

 

Las asociaciones Cádiz Diversa y Cuerpos Periféricos denunciamos nuevamente, y desgraciadamente, un ataque LGTBQIfóbico.

Esta vez, y para sorpresa de muchos y muchas, viene de la mano de un periódico de la ciudad, La Voz de Cádiz,, que con su ejemplar d hoyl domingo 19 de marzo ha distribuido un libro transfóbico editado por ‘Hazte Oir’.

Al igual que muchos otros colectivos, condenamos esta acción y reclamamos de la Asociación de la Prensa de Cádiz que nos acompañe en esta denuncia pública, que vulnera código deontologico de la información, que prohíbe la difusión de mensajes que atenten contra la dignidad e integridad de cualquier grupo humano vulnerable por su condición. código deontologico de la información, que prohíbe la difusión de mensajes que atenten contra la dignidad e integridad de cualquier grupo humano vulnerable por su condición. código deontologico de la información, que prohíbe la difusión de mensajes que atenten contra la dignidad e integridad de cualquier grupo humano vulnerable por su condición.el código deontológico de la profesión periodística, que repudia la difusión de mensajes que atenten contra la dignidad y la integridad de cualquier grupo humano vulnerable por su condición social, en especial si se trata de menores.

Asímismo, pensamos que no todo vale en el intento de vender más y llamamos al boicot contra este periódico, ya que acciones como esta fomentan el odio, la discriminación y el acoso en las escuelas y en los centros de trabajo.

Seguimos trabajando para conseguir que se destierren de nuestra ciudad el odio y el miedo y seguiremos luchando por una sociedad más igualitaria y tolerante.