martes, 14 de marzo de 2017

DIEGO RAMBOVA, DE ACCIÓN CREATIVA TRANSFEMINISTA




"Con esta pieza tratamos de contribuir a visibilizar y concienciar sobre esta pandemia transhistórica que es el heteropartricarcado"



Por Eduardo Nabal


Diego Rambova combina el activismo LGTBI+, con la investigación teórico-práctica en relación con lo queer, la performance y las espiritualidades disidentes. Es ex-miembro de la ‘Sección Invertida’ y actualmente ha creado A.C.T. junto a Gustavo Nieves, donde trabajan sobre cómo la creación artística permite generar espacios combativos y de resistencia al régimen heteropatriarcal. ACT, junto con ‘Sección Invertida’, han presentado la intervención La heteronorma es cosa de todxs para el proyecto Presbicia, dentro de la última FICAE de la Universidad Politécnica de Valencia.



EDUARDO NABAL.-  Hola Diego ¿Cómo y cuando llegas a esto del ‘artivismO’ y hasta dónde quieres llegar?

DIEGO RAMBOVA.- Mi incursión en el activismo, podríamos decir que se remonta a abril de 2016, cuando comienzo a ver publicaciones en los muros de Facebook de algunos de mis contactos en relación a un "incremento" de las agresiones contra el colectivo LGTB+ y, concretamente, cuando uno de ellos declara que había sido agredido por el mero hecho de ser homosexual. Llevado por la indignación, le dije que deberíamos hacer algo, que esto no se podía consentir. Yo nunca había pertenecido a ningún grupo activista y mis relaciones con el mismo, no excedían la investigación dentro de la academia. Estaba muy enfadada, con rabia, atravesado por una gran impotencia. Impotencia que se acrecentó cuando vi que tanto el afectado, como todos aquellos que daban ‘like’ a su comentario o expresaban su opinión, no parecían mostrar interés a mi propuesta de congregarnos y de crear comunidad, para reflexionar, visibilizar y combatir esta situación. Cuando hablo de un "aumento" de las agresiones, lo entrecomillo, debido a que, dentro de las investigaciones en la ‘Sección Invertida’, no logramos averiguar si se había producido un incremento o bien que, simplemente, ahora se estaban comenzando a contabilizar las mismas (proyecto desarrollado principalmente por Arcópoli). Tras esta indiferencia por parte del afectado y sus amigos, pensé en lo necesario que era agitar las conciencias en relación a esta realidad y, de forma impulsiva, etiqueté en mi muro a un cuantioso y diverso número de personas, expresando mi preocupación e indignación ante lo sucedido. A partir de ahí, se generó un debate en mi muro y, entre diversas opiniones y propuestas, Lara, la presidenta de FEMEN España (a la que tanto yo misma como la ‘Sección Invertida’, le tiene mucho que agradecer), nos sugirió que hiciésemos un grupo privado en Facebook para comenzar a agruparnos y organizarnos. A dicho grupo lo llamé ‘Acciones contra la LGTB-fobia’, porque mi forma de entender el activismo, estaba y está ligado a la creación y, concretamente, a la acción creativa, ya que considero que la dimensión artística tiene una fuerte potencialidad político-transformadora. Por ello, ahora, en A.C.T. nos centramos en trabajar desde ahí.


E.N.- ¿Cómo, cuándo y dónde surge ‘Sección Invertida’ y cuál es su espacio de encuentro, reflexión y acción o acciones exteriores?

D.R.- ‘Sección Invertida’ surge en el marco de ‘Acciones contra la LGTB-fobia, que se configuraba como un espacio asambleario abierto, en el que todos los miércoles, nos reuníamos en la casa de alguna de las miembras bajo el objetivo común de combatir la LGTB-fobia y, especialmente, la que se estaba manifestando mediante las agresiones. Después de mucho debatir (dentro de ese conglomerado de diversidades ideológicas), llegamos al nombre de ‘Sección Invertida’ basándonos en la ‘Sección Femenina’. Era una forma irónica de reírnos de la ideología ultraderechista de la que beben, precisamente, algunas de las agrupaciones que están detrás de las agresiones. Asimismo, era una forma de apelar a las lógicas femeninas, con las que nos sentíamos más identificadas, asociadas a las políticas de los afectos y de los cuidados. Al principio, sólo éramos maricas, lo cual a mí me pareció sumamente interesante, ya que creo muy necesaria una repolitización del sujeto gay contemporáneo, para que éste retorne a la identidad marica disidente. Ya que a día de hoy parece que las identidades verdaderamente politizadas son las lesbianas y los/las/les trans, principalmente. Pero al ser una asamblea abierta, aparecieron sujetos de diferentes identidades lo que, por otra parte, enriqueció la pluralidad y diversidad del grupo. Esa entrada y salida, esa posibilidad de que pudiese asistir quien quisiera, hacía que ese espacio tuviese la potencialidad de ser un lugar crítico en constante mutación, pero también, a mi juicio, en función de quién compusiese y permaneciese en el espacio, de dejar de serlo. Podemos decir que dentro de ‘Sección Invertida’ se plantearon tres dimensiones de la violencia heteropatriarcal (siendo conscientes que dentro de las mismas adquirían múltiples modulaciones) sobre las que operar: la violencia en la vía pública venía determinada fundamentalmente por las agresiones principalmente de carácter físico por parte de grupos organizados de ultraderecha. La otra dimensión era a nivel institucional y estructural y, por último, dentro del propio colectivo lgtbi+ (lgtbi-fobia introyectada). Pero como lo que más urgía era visibilizar y responder a las agresiones LGTB-fóbicas, comenzamos por diseñar una serie de acciones en el espacio público que fueron: una especie de ‘remake’ de De luto y con rabia (de Suzanne Lacy y Leslie Labowitz) y la serie Limpieza del odio. La primera acción y que podríamos decir que fue “la carta de presentación de Sección Invertida”, fue en el pasado Orgullo Crítico, en Madrid, al que acudimos enlutadas, transcurriendo en silencio durante toda la marcha en contraposición a la idea festiva y lúdica que la caracteriza, portando dos carteles a modo de esquelas que rezaban "el heteropatriarcado mata". Fue nuestra forma de posicionarnos públicamente ante la masacre de Orlando que acababa de ocurrir. Al final de la marcha, cada uno de los colectivos interesados leían su manifiesto, y así lo hicimos nosotras. Después del orgullo se sucedieron una serie de acciones denominadas ‘limpieza del odio’. En ellas acudíamos armados con fregonas y demás instrumentos de limpieza al lugar donde se había dado la última agresión y allí, de forma simbólica, limpiábamos el espacio y repartíamos octavillas, a la vez que por el megáfono concienciábamos a los vecinos de lo allí ocurrido. Tuvimos respuestas de todo tipo, desde gente que nos daba abrazos, a otra que nos escupió. De forma paralela a las acciones, había dos comisiones, una de apoyo psicoterapéutico y otra de asesoramiento jurídico a lxs afectadxs. Asimismo, cabe destacar, los PADs (Picnics de Autoconciencia y Diversofilia), que se plantearon como un espacio en que compartir nuestras preocupaciones e inquietudes, a la par que repensar nuestras identidades LGTB+. Aspecto que por otra parte se pensaba articular también desde la comisión de textos. Por tanto, en resumidas cuentas, las acciones por parte de ‘Sección Invertida’ han sido la realizada en el Orgullo Crítico y las de la limpieza del odio. Desde que abandoné la Sección, no han realizado ninguna acción y, la verdad, no sé si siguen muy interesadas en la dimensión artístico-creativa. Me da la impresión que se están focalizando principalmente en el taller de textos que, por otra parte, está teniendo bastante tirón.

E.N.- ¿En qué se basa vuestra propuesta para Presbicia?

D.R.- A Gustavo y a mi nos interesaba mucho Presbicia, ya que coincidía con las inquietudes planteadas en nuestro nuevo colectivo. La idea, gestada en diálogo con la S.I., surge tomando el contexto de la enfermedad, propio del festival FICAE, en donde mostramos la heteronorma como una enfermedad pandémica más: fácil de ‘contagiar’, virulenta y extendida a nivel mundial. Dentro de la gráfica, situamos una serie de pandemias (Tifus, Gripe española, VIH...) y las ordenamos de menor a mayor en relación al número de muertes que se habían cobrado a lo largo de la historia. Obviamente, la heteronorma se sale del gráfico ya que sería imposible contabilizarla en sus diferentes expresiones y modulaciones. Para ser un poco más explicativos, acompañamos a la barra de la heteronorma, con distintos tipos de discriminaciones propias de la misma empezando con aquellas que estaban más ligadas a los aspectos de discriminación en relación al deseo, el género y la sexualidad. Pero también aparecen otras realidades comprendidas dentro de la heteronorma como son el racismo, el clasismo, la serofobia, la gordofobia, el capacitismo… etc. Tratamos entonces con esta pieza de contribuir a visibilizar y concienciar sobre esta pandemia transhistórica que es el heteropatriarcado.

E.N.-¿Creo que tenéis nuevos proyectos entre manos?

D.r.- Debido a diversos motivos, principalmente de carácter ideológico, Gustavo y yo, abandonamos ‘Sección Invertida’ y formamos A.C.T. (Acción Creativa Transfeminista). Como comentaba, ‘Sección Invertida’ era una asamblea abierta en constante mutación y no nos sentíamos identificadas con lo que en este espacio se había convertido. Decidimos, por tanto, montar un nuevo colectivo focalizándonos en aquello que nos ha acompañado toda la vida: la creación. Por tanto, A.C.T. se orienta principalmente a la creación de acciones artísticas para denunciar la opresión del heteropatriarcado en sus diferentes modulaciones y como una forma de resistencia al mismo. Actualmente, A.C.T. está preparando un proyecto para las Naves en Valencia que lleva por título OTREDADES: informes, mutables e invisibles y que se podrá visitar a partir de junio.

 
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