Por Eduardo Nabal
Recién traducido al castellano por Javier
Sáez "El arte queer del fracaso" (Egales, 2018) es un libro
importante, renovador, desafiante
y una urgente caja de herramientas que nos invita a mirar hacia lados insólitos y,
en ocasiones negados o vedados, de la subjetividad y las identidades queer.
Repensando el feminismo, la cultura popular, la figura "secuestrada"
del niño Halbestram pone su mirada lúcida en aquellas formas de reinventarse
más allá de la uniformización. Desde las trincheras de los y las perdedores, a
los que dedica este libro inmenso, el autor , con pluma inteligente y desde un feminismo de la
multiplicidad, la disidencia y la
alteridad , vuelve a demostrar no solo sus conocimientos en la
imbricación entre el arte, las culturas y la teoría y la práctica queer sino
también desafíos activistas inclusivos de sujetos negados por formas de
institucionalización y estandarización coercitiva de la disidencia sexual. De la discapacidad o la alteridad representada
en las series de dibujos animados, los bloqueos en las series de
televisión a la literatura mestiza y post-colonial Halbestram (autor de
“Masculinidad-femenina”) plantea un futuro donde los desplazados dentro de
minorías que ya configuran mayorías más allá de los binarismos de género hallen
su espacio de redefinición y auto-afirmación frente al capitalismo tardío y la
uniformidad que limita las posibilidades de reencuentro y reinvención . Un
libro libre y lleno de laberintos sugerencias, senderos que invitan a explorar repensando las
categorías universales y estandarizadas sobre la infancia, la maternidad, la
comunidad, el cuerpo y las figuras canónicas. Halbestram, a través de
diferentes nombres y obras creativas, se atreve a cuestionar las grandes
figuras del pensamiento intelectual sobre el género y la sexualidad para dar
cabida a nuevas subjetividades, reclamando el espacio de lo “subalterno”, las
formas de hacer posibles otras vidas. No tan tajante como Lee Edelman en su “No future” pero
igualmente radical en sus puntos de partida Halbestram traza líneas de fuga y espacios
de supervivencia para los y las otro*s no solo del régimen hetero-patriarcal
sino también para los que quedan fuera de los modelos de vida LGTB y feminista
más establecidos.
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